Sin detenerse a pensarlo
y
con un simple bisbiseo
consiguió en el escenario
transformarse en millonario.
Si lo veo no lo creo.
La música invadió su ser
la emoción resultó plena,
la garganta le explotó
y salió la luna llena
cuando la canción brotó.
Y cuando Wolfgan salió
a saludar desde el cielo
gran sorpresa se llevó
pues los aplausos no eran
para quien imaginó.
Miró al músico el cantante
y con humildad y tino
le propuso un intercambio
de su música por vino.
El genio mudo quedó
pues no esperaba tal cosa
más luego consideró
que podría ser sabrosa,
y sin dudarlo ..aceptó.
Se fueron los dos de copas
a los bares aledaños,
y
se subieron a las copas...
de los árboles ....cercanos.
Y después de estos festejos
retornaron a sus nidos
si fruncir el entrecejo
y
cada mochuelo a su olivo.
Mozart a su olimpo fué ,
y el cantante agradecido
le confesó compungido
que se olvidó del café
después de lo consumido
al salir del Kabaré.
Por la mañana temprano
al despertar de su sueño
y haber tenido en la mano
la batuta y a su dueño,
salió a la calle riendo
y entonando este estribillo :
"-Aunque fuera de verdad ,
y con Mozart paseado
nunca hubiese disfrutado
tanto por ese pasillo,
pues no tuve que pagar
lo que habiamos tomado
en la barra de aquel bar."
Moraleja un tanto extraña:
"Si en sueños se te aparece
un genio de las corcheas,
aprovecha la ocasión :
llevátelo a toda leche
a un cercano botellón,
a ver si entre la marea
y en mitad de tal follón,
es capaz de componer
algo total e inaudito,
o se queda calladito
entre tanto maricón " .
